Hay historias de amor que remecen, otras que pasan inadvertidas, otras que calan huesos y otras que tienen cierto contenido extremo, que las hace especiales. Esta película protagonizada por Jeniffer Aniston y Aaron Eckhart, provoca a veces, cierta nostalgia. Logras entrar en ambos personajes. Dos conflictos reales, la muerte y la pérdida por un lado y la contención por parte de ella. Muchas parejas tienen que “bancarse” al otro con sus virtudes y defectos y esta cinta, muestra un poco de eso. Su slogan es “cuando menos uno lo espera” (llega el amor). Para todos los románticos y que gustan de las películas como estas, déjenme decirles que la sentirán, de alguna forma, como cercana, sobre todo a quienes están sin pareja y sueñan con que se cruce de golpe el amor por sus narices. Como toda película gringa, a veces entrega formulas de conquista algo fantásticas, pero encantadoras a la vez. Cuando estamos viviendo el duelo de la partida de un ser que amábamos, y llega alguien a cambiar nuestro esquema de vida, hacemos pelotudeces y no nos damos cuenta de por qué lo estamos haciendo. Está película habla de eso justamente, de que a la vuelta de la esquina y cuando menos uno lo espera, te topas con Jeniffer y una de sus mejores facetas en el cine, ser una mujer extremadamente interesante cuando hace el papel de una mujer común. Debe ser le mujer común más deseable y adorable del planeta. Recomendable 100% para quienes quieren vivir el tema del amor desde esa perspectiva, la pérdida.
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